Sinopsis
Entre 2004 y 2019, las movilizaciones digitales condicionaron las elecciones generales, minaron el bipartidismo y forzaron gobiernos de coalición inéditos. Desde el SMS «Pásalo» (2004) al 15M (2011), el tejido social lideróla tecnopolítica. El quincemayismo expresóun consenso masivo, transversal y contrahegemónico. Pero la comunicación política digital evolucionóen mercadotecnia electoral, bajo el control corporativo y estatal. Vox sustituyóa Podemos, rentabilizando el sistema mediático híbrido de televisión y plataformas-redes digitales. El corte de Internet, el 1-O en Cataluña, evidencióel control estatal de la Red. Y en paralelo, el periodismo digital ensayóprotocolos y modelos que señalan los obstáculos y los retos de la comunicación política digital.