Vidas paralelas V

Vidas paralelas V

Biblioteca Clásica Gredos

Por Jorge Cano Cuenca (Traductor), David Hern?ndez de la Fuente (Traductor), Amanda Ledesma (Traductor), Plutarco, VINCENZO GIUDICE (Traductor)

Formato: EPUB  
Disponibilidad: Descarga inmediata

Sinopsis

Este volumen reúne las biografías de Lisandro-Sila, Nicias-Craso y Cimón-Lúculo. Plutarco se centra en el carácter moral de estos personajes históricos para dibujar un fino retrato de poderosas naturalezas humanas. Este volumen reúne las biografías de Lisandro-Sila, Nicias-Craso y Cimón-Lúculo. Plutarco se centra en el carácter moral de estos personajes históricos para dibujar un fino retrato de poderosas naturalezas humanas. Lisandro, el exitoso general espartano (derrotó a la flota ateniense en la célebre batalla de Egospótamos y conquistó Atenas), y Sila, el cruel dictador romano, aparecen unidos por su carácter excesivo, que llevó al primero a ensañarse con sus enemigos incluso cuando ya había vencido, y al segundo a depurar a sus enemigos en Roma; el general y estadista ateniense Nicias tuvo una destacada intervención en la Guerra del Peloponeso y obró la célebre paz que lleva su nombre, aunque se le achaca una derrota decisiva frente a los espartanos en Sicilia a causa de su carácter vacilante e inseguro, mientras que Craso el Triunvuro, general y político de la última época de la República romana, se destacó en los lances militares de la batalla de la Puerta Colina, en el bando de Sila, y el aplastamiento de la revuelta de los esclavos, además de por su apoyo económico y político a Julio César (con éste y con Pompeyo formó el Primer Triunvirato); por último, Cimón y Lúculo comparten suertes distintas: el primero fue condenado a un ostracismo de siete años por ser el principal defensor del partido proespartano en la Atenas de Pericles, el segundo se retiró a un lujo desmedido en sus villas de Roma y Túsculo, donde se dedicó al estudio de la filosofía tras haber combatido con éxito, como general de Sila, en las Guerras Mitridáticas.

VINCENZO GIUDICE