¡Ande, ande, ande…!

Un modesto contable descubre que su mujer le engaña y que es el hazmerreír de sus compañeros de oficina. Para vengarse de ellos y resarcirse de penurias y vejaciones, secuestra al hijo del jefe y contrata a una prostituta con SIDA. El secuestro descrito es considerado por los expertos como el procedimiento más sutil e ingenioso jamás ideado en los anales del crimen. Y, si bien es cierto que su divulgación puede aleccionar a los delincuentes, no lo es menos que también puede alertar a la policía. Quedando como beneficiario el lector, ante un original y entretenido relato. Amenizan la trama chascarrillos, cuchufletas y un barrendero aficionado a contar chistes mexicanos.